Una de las veces que Matilde Trote participó en la popular carrera de San Silvestre, celebrada en numerosos países todos los 31 de diciembre, su padre la intentó detener al grito de “¡Matilde, déjate de carreras, que han venido tus tíos a cenar a casa!”.
Debido a ello, Matilde corrió tan deprisa que resultó vencedora absoluta.
Su padre quedó segundo, vestido con traje y sin haber entrenado. Toda una hazaña familiar.

FiN.

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