(Ilustración de Segundo Deabordo).
—Majestad, acaban de llegar unos comerciantes. Aseguran portar las más sofisticadas y vanguardistas prendas de vestir.
—Estupendo. Hágalos entrar.
—Buenos días, Majestad.
—¿Qué me traéis?
—Canela fina, señor. Una camisa de algodón cultivado a baja temperatura, un par de zapatos de piel de lagarto adolescente de Komodo, unos pantalones de lana de oveja criada en piscina cubierta, un abrigo de pelo de koala alimentado con mortadela y un gorro de flores de plástico. ¡Me lo quitan de las manos, Majestad!
El Emperador se puso todas las ropas juntas para probárselas.
—Joder, vaya pinta lleva… —murmuró en voz baja uno de los asistentes reales.
—¿Qué me cobraría por el lote completo? —preguntó el monarca al comerciante.
—Tres mil maravedíes, señor. Por ser usted.
—Eso es demasiado dinero. Tengo a medio reino muriéndose de hambre… ¡Qué demonios, me lo quedo!
—¡Fenomenalmente! Permítame, Majestad, que le muestre además una prenda muy especial que hemos traído expresamente para usted. Se trata de un traje confeccionado con unas telas del lejano oriente. Son tan finas y mágicas, que solo aquellos más sabios son capaces de verlas.
El comerciante sacó una percha pelada y la puso ante los ojos del Emperador.
—Seguro que su Majestad, que es persona culta y erudita, puede apreciar lo hermoso que es el traje.
—Eh… sí, sí. ¡Por supuesto! ¡Qué maravilla! ¡Qué género!
Los asistentes que conformaban el séquito del monarca se miraban unos a otros, sin atreverse a abrir la boca.
—¿Qué precio tiene? —quiso saber el Emperador.
—Seis mil maravedíes, señor.
—Cuatro mil.
—Cinco mil, y pierdo dinero.
—Ya te veo. Bueno, venga. Trato hecho.
Los comerciantes abandonaron el palacio con los bolsillos llenos y riéndose a carcajadas.
—Madre mía —le dijo uno de ellos al otro—, además de presumido y hortera, este hombre es tonto de remate.
Entusiasmado con su “nuevo traje”, el Emperador decidió estrenarlo en la recepción que se iba a oficiar el día de la festividad del patrón del reino.
Aquella tarde, Su Majestad salió del despacho y se dirigió hacia el lugar donde le esperaba una comitiva de gobernantes y autoridades dispuestos para realizar el tradicional ‘besamanos’. Éstos no daban crédito a lo que estaban viendo.
El monarca se aproximaba con paso firme, completamente desnudo salvo por la corona que portaba en la cabeza. La cara del mandatario que ocupaba el primer puesto en la fila era todo un poema. Se trataba de un cónsul asiático recién llegado a la península.
Cuando Su Majestad llegó frente a él, el cónsul estaba tan nervioso que no sabía dónde mirar. Dudó si inclinarse, besarle la mejilla, darle la mano o abrazarle. Finalmente, en un gesto al principio vacilante pero después resuelto, agarró el pene del Emperador con la mano y lo sacudió como cuando alguien te saluda con vigor.
El monarca puso los ojos como platos y no fue capaz de reaccionar ni articular palabra. El resto de la comitiva desfiló ante él repitiendo el mismo saludo que había marcado espontáneamente el cónsul.
Después de aquel día, esa forma de saludar a emperadores y reyes estrechándole el pene con efusividad quedó instaurada en el protocolo oficial durante varios siglos.
Hace sólo unas décadas, y debido a razones estéticas y de higiene, el saludo real se transformó en el actual apretón de manos con inclinación de cabeza que todos conocemos. Menos comprometedor, sí. Pero mucho más frío y distante, todo sea dicho.
FIN.
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Qué bueno 👌🏻😀 tienes una imaginación formidable 👏🏻👏🏻
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Gracias por el piropo Eva 🙂
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😂😂 me ha encantado lo del saludo
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Gracias Lucía 🙂
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Jajajajaja! Buenísimo el final del saludo 😂
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Gracias Susana 🙂
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Genial, no esperaba ese final. Qué bueno 😂😂
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Muchas gracias Mónica 🙂
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Qué bueno 😂😂😂 la escena del regateo y el saludo son geniales.
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Muchas gracias Ángeles 🙂
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JAJAJAJA que bueno que en aquella situación no se instauró el saludo de beso !! Jajajaja, genial, he reído con ganas, gracias
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Gracias a ti por leer y comentar 🙂
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Esta versión es «la polla» 🤣🤣🤣
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Jejejeje… bien traído 😀
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Jajajajaja, me has alegrado el día 👍🏻😂😂
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Me alegro Ernesto! Gracias por leerme 🙂
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Qué buen giro👏🏻👏🏻 Una versión muy divertida, enhorabuena.
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Muchas gracias Nabor 🙂
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Me reí con ganas 😅😅 Gracias!
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Me alegro! Gracias a ti Alfredo 🙂
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Es de agradecer un humor que esté tan bien escrito. Felicitaciones.
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Gracias por el halago, Ernesto 🙂
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me enkantan estos cuentos para contarselos a mis nietas i nietos i se les pase la tonteria
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Puede ser un buen remedio, no le digo yo que no… 😀
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Jaaa!! Me mató el Koala alimentado con mortadela. Y el saludo, originalísimo!! Suerte que ya no se estila…
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Quizás en algún lejano reino se siga empleando ese saludo, quién sabe… 🙂
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Excelente versión con final inesperado . Gracias!
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Gracias a ti por leer y comentar 🙂
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No me esperaba ese final 😅😅
Muy buena esta versión, sí señor
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Muchas gracias Marga😊
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Jojojojo!! Qué buena versión 😀😀😀👏🏻👏🏻👏🏻
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Gracias Marce 🙂
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Seguro que en la antigüedad existían costumbres que han llegado totalmente “desvirtuadas” a nuestros días :p
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Pues sí, y es una pena 😀😀
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Muy grande esta versión 😅😅
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Gracias Roberto 🙂
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Este sí que es un cuento con final feliz….
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Totalmente 😀😀
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Muy fan del Capitán Carallo. Esta versión es genial. He leído más cosas y creo que tienes mucho talento para sacar sonrisas y carcajadas. Gracias por tus historias.
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Muy amable, Esperanza. Me alegra que te divierta. Gracias a ti por leerme y comentar 🙂.
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Cuando era joven y veía la tele intentaba no perderme El Club de la Comedia. Según qué monologuista saliera, ya se me ponía la sonrisa antes de que hiciera un chiste. Hace poquito que te leo, pero con tus textos me pasa lo mismo. Además cuidas tanto la escritura que hasta puntúas bien los diálogos y, como tiquismiquis profesional que soy, eso casi me hace llorar de la emoción.
Muy buena tu versión de este cuento, aunque espero que entiendas que no se la enseñe a mis hijos.
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Mil gracias por tus palabras, Luna, son un halago viniendo de alguien que escribe tan bien. Uno intenta divertirse y hacerlo lo mejor que sabe 🙂.
Me alegra que te diviertan mis historias. Cuando tus hijos tengan la edad que estimes oportuna, muéstrales esta versión. Seguro que heredan tu sentido del humor. 🙂
¡Un saludo!
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¡Bravo Capitán!
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Gracias José Manuel 🙂
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Me encantó ese giro del saludo 😅😅
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«me lo quitan de las manos, Majestad» 🤣🤣🤣. Mucho mejor que el cuento original.
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Gracias Reme
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Genial. A mis hijos les va a encantar 😀😀
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Seguro que sí, Gema. Gracias por leerme!
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Qué gran versión! La escena inicial parece sacada del mercadillo y el final con ese saludo al emperador es tronchante 👏🏻👏🏻😂😂😂
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Gracias por leer y comentar Noelia!
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más de 2 saludos es gayola!
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Pues parece que Su Majestad se llevó unas cuantas… 😀
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No me esperaba ese final, qué bueno!!!
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Gracias!
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Jajajaja… esa forma de saludar a emperadores y reyes estrechándole el pene con efusividad quedó instaurada en el protocolo oficial durante varios siglos… previo paso a la lamida de pelotas habitual posterior, claro (que eso quedó pa siempre)… :p Muy bueno, como siempre… y que conste que no es «peloteo» 😉
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Mil gracias, Joorch. Eres uno de los más fieles navegantes! ⛴🙂
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Jajajajaja, qué bueno 😂😂😂
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Gracias Marta!
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