
Cuando instalaron la primera cabina telefónica en Robledo del Ansia Viva, hubo bofetadas por ser el primero en usarla. Ninguno de los vecinos dio su brazo a torcer, así que permanecieron dentro de la cabina durante años hasta que fueron muriendo de viejos y quedó solo uno, que ya no tenía a quien llamar porque sus parientes también habían fallecido.
FiN.
*Lee todas las CRÓNICAS PASMOSAS aquí: https://elcapitancarallo.com/category/cronicas-pasmosas/