Alfonso Bueno Cubero, alguacil de profesión, era capaz de saber a ciencia cierta cuántas personas se escondían debajo de una lona solo con mirar las piernas que asomaban por debajo. Una vez, alguien del pueblo se atrevió a decir que seguramente lo hacía contando las extremidades y dividiendo el resultado entre dos, pero los demás vecinos dijeron que “qué tontería era esa”.

FiN.

*Lee todas las CRÓNICAS PASMOSAS aquí: https://elcapitancarallo.com/category/cronicas-pasmosas/