EL HOMBRE QUE HABLABA CON TÍTULOS DE PELÍCULAS 

(por El Capitán Carallo)

—Hoy tenemos en el estudio un invitado muy especial. Tan especial como que asegura que es capaz de mantener una conversación y contestar a cualquier pregunta respondiendo únicamente con títulos de películas. Estamos deseosos de comprobar si es cierto, así que vamos a presentarle sin más demora. Buenos días. Díganos su nombre, por favor.

—Plácido.

—¿Plácido a secas? Tendrá apellidos, ¿no?

—Ocho apellidos vascos.

—Uy, si son muy largos, mejor nos los saltamos. Ya sabe que en la radio…

—El tiempo vuela.

—Eso es. Bueno, ¿qué tal, Plácido, cómo se encuentra?

—Mejor imposible.

—Pues sí que tiene buen aspecto, sí…

—Estoy hecho un chaval.

—Cuéntenos, ¿qué profesión tiene?

—Marinero de agua dulce.

—¡Caramba! ¿Y qué hace exactamente?

—La pesca de salmón en Yemen.

—¿En Yemen? ¡Caray, qué lejos de casa! Porque tiene usted familia, ¿verdad?

—Casado y con suegra.

—¿Cómo se llama su mujer?

—Rebeca. 

—¿A qué se dedica ella?

—Cría cuervos.

—¿Cría cuervos? Qué curioso. ¿Y tiene muchos?

—300.

—Cuéntenos, Plácido, ¿cómo se conocieron? Me refiero a su mujer y usted, no a los cuervos.

—Vacaciones en Roma. Una noche en la ópera.

—Ah, muy romántico. Nos dicen que está entre el público del estudio. ¿Cuál de ellas es?

—La mujer de rojo. 

—A ver… ah, ya la veo. Ya que estamos, ¿cómo definiría su matrimonio?

—Doce años de esclavitud. 

—Ande, ande, no exagere. Habría que preguntarle lo mismo a su mujer…

—Hable con ella.

—Bueno, quizás en otro momento. Si no me equivoco, han venido también tres de sus cuatro hijos. Las dos mayores son gemelas, ¿verdad? ¿Cómo se llaman?

—Thelma y Louise. 

—Luego va otra chica…

Lolita. La niña de mis ojos. 

—Y su otro hijo, el pequeño, ¿dónde está?

—Solo en casa.

—Uy, a ver si le va a pasar como a Macauly Culkin. Díganos, Plácido, ¿cómo es eso de ser padre de cuatro criaturas?

—Matador.

—Me lo puedo imaginar. Por no hablar del gasto económico…

—Esta casa es una ruina…

—Les costará llegar a fin de mes…

—Misión imposible.

Bueno, pero a pesar de todo seguro que la paternidad le compensa…

—Sonrisas y lágrimas. Dolor y gloria.

—A eso me refería. Y lo rápido que crecen, ¿verdad? ¿Qué siente cuando los ve hacerse mayores?

—Vértigo.

—No me extraña. Cuéntenos, ¿cómo le gustaría que le recuerden sus hijos cuando no esté?

—Un tipo genial. 

—No está mal, es una buena aspiración…

—¡Padre no hay más que uno!

—Eso es cierto. Una curiosidad, nos han soplado que en su barrio le han puesto un mote o apodo…

—“El peor vecino del mundo”. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?

—¿Y eso? ¿Tiene problemas con algún vecino?

—García y García. Dos tontos muy tontos… Malditos bastardos.

—Bueno, mejor vamos a cambiar de tema, no queremos remover esos asuntos. Vamos a hacerle algunas preguntas sencillas, a ver si le pillamos y conseguimos que conteste algo que no sea el título de una película. ¿Preparado?

—Atrápame si puedes.

—¿Qué ha comido hoy?

—Sopa de ganso.

—¿Algo más?

—Tomates verdes fritos.

—¿Y de postre?

—Café.

—¿Cuál es su café preferido? ¿El cortado, capuchino, americano…?

—El irlandés. 

—Muy rico, sí. Díganos, ¿tiene alguna mascota?

—Un pez llamado Wanda. Y Rocky, Un perro andaluz.

—¿Qué coche tiene, Plácido?

—Gran Torino.

—¡Caramba, qué chulada! ¿De qué color es?

—Azul oscuro casi negro.

—Perdone la indiscreción, pero… ¿le salió muy caro?

—Por un puñado de dólares.

—Ya… A ver, díganos su día favorito del año.

—Los Santos inocentes.

—Veintiocho de diciembre, sí señor. Dígame, qué sé yo… una flor que le guste, por ejemplo.

—Magnolia.

—¿Su animal preferido?

—La vaquilla.

—¿Su comida favorita?

—La vaquilla.

—Je, je, je… ¿Y su bebida favorita?

—Peppermint frappé.

—Ah, pues mire, es un cóctel que se está poniendo otra vez de moda. ¿Qué prefiere, Plácido, campo o ciudad?

—La ciudad no es para mí.

—¿Un lugar para desconectar?

—Las verdes praderas.

—¿Una cualidad que valore en los demás?

—La diligencia.

—¿Y algo que no soporte?

—Los tramposos.

—¿Ve algún programa de televisión?

—El discurso del rey.

—Poca tele ve entonces. Por curiosidad, ¿a qué hora se va a la cama?

—Antes de que anochezca.

—¿Todos los días?

—Always.

—Caray, qué disciplinado. ¿No será usted Capricornio, por casualidad?

—Nacido el 4 de julio.

—Ah, no, entonces es Cáncer, si no me equivoco. Dígame, ¿alguna afición que tenga?

—La caza.

—Hablando de la caza… alguien nos ha contado que ha tenido recientemente algún problemilla con la Justicia relacionado con la caza. ¿Cuál ha sido el motivo?

—Los pájaros.

—¿Los pájaros? ¿Qué ha hecho usted con los pájaros?

—Matar a un ruiseñor.

—Pero hombre, el ruiseñor es una especie protegida, ¿cómo se le ocurre hacer eso? ¿Iba usted solo o le acompañaba alguien?

—Algunos hombres buenos: Mi tío, El abuelo y El padrino.

—¿Y ellos mataron también algún ruiseñor?

—El padrino 2.

—¡Qué barbaridad! No me diga que han cazado ustedes más animales en peligro de extinción…

—Cinco lobitos.

—La madre que los trajo. ¿No pueden decantarse ustedes por otro animal?

—La ballena.

—¡La ballena! ¡Peor todavía! ¡No me extraña que les hayan denunciado! Espero que no lo vuelvan a hacer…

—Nunca digas nunca jamás.

—Mire que es usted obstinado.

—Rebelde sin causa.

—Bueno, mejor dejemos la caza y cambiemos de tema. ¿Alguna otra afición más benévola como… no sé… montar en bicicleta, por ejemplo?

—Las bicicletas son para el verano.

—Ya, bueno, eso sí. Hablemos un poco de política. ¿Qué le parecen nuestros representantes actuales?

—Parásitos.

—No parece que tenga buena opinión. No sé si preguntarle qué haría con ellos…

—¡Todos a la cárcel!

—Pues sí que es usted drástico. Bueno, Plácido, yo creo que lo vamos a dejar aquí. Ha demostrado de sobra que es capaz de hablar solo con títulos de películas, no hay duda. La verdad es que no sé cómo catalogarle…

—El crack. El número uno. Una mente maravillosa. El mayor espectáculo del mundo…

—Bueno, bueno, tampoco se venga tan arriba. Se habrá quedado a gusto…

—Como Dios.

Hale, siga usted con sus películas. Hasta otro día.

—Adiós, muchachos. Adiós con el corazón.

FiN.

https://www.safecreative.org/work/2302143505274-el-hombre-que-hablaba-con-titulos-de-peliculas

FILMOGRAFÍA 

Plácido (L. Gª Berlanga, 1961)

Ocho apellidos vascos (E. Mtez. Lázaro, 2015)

El tiempo vuela (W. Forde, 1944)

Mejor imposible (J. L. Brooks, 1998)

Estoy hecho un chaval (P. Lazaga, 1976)

Marinero de agua dulce (F. C. Newmeyer, 1921)

La pesca de salmón en Yemen (L. Hallström, 2012)

Casado y con suegra (S. Taylor, F. C. Newmeyer, 1924)

Rebeca (A. Hitchcock, 1942)

Cría cuervos (C. Saura, 1976)

300 (Z. Snyder, 2006)

Vacaciones en Roma (W. Wyler, 1953)

Una noche en la ópera (S. Wood, 1935)

La mujer de rojo (G. Wilder, 1984)

Doce años de esclavitud (S. McQueen, 2013)

Hable con ella (P. Almodóvar, 2002)

Thelma y Louise (R. Scott, 1991)

Lolita (A. Lyne, 1997)

La niña de mis ojos (R. J. Sevilla, 1947)

Solo en casa (C. Columbus, 1990)

Matador (P. Almodóvar, 1986)

Esta casa es una ruina (R. Benjamin, 1986)

Misión imposible (B. De Palma, 1996)

Sonrisas y lágrimas (R. Wise, 1965)

Dolor y gloria (P. Almodóvar, 2019)

Vértigo (A. Hitchcock, 1958)

Un tipo genial (B. Forsyth, 1983)

Padre no hay más que uno (S. Segura, 2019)

El peor vecino del mundo (M. Forster, 2022)

¿Qué he hecho yo para merecer esto? (P. Almodóvar, 1984)

García y García (A. Murugarren, 2021)

Dos tontos muy tontos (P. Farrelly, 1994)

Malditos bastardos (Q. Tarantino, 2009)

Atrápame si puedes (S. Spielberg, 2002)

Sopa de ganso (L. McCarey, 1933)

Tomates verdes fritos (J. Avnet, 1991)

Café (M. Erlbaum, 2010)

El irlandés (M. Scorsese, 2019)

Un pez llamado Wanda (C. Crichton, 1988)

Rocky (J. G. Avildsen, 1976)

Un perro andaluz (L. Buñuel, 1929)

Gran Torino (C. Eastwood, 2008)

Azul oscuro casi negro (D. Sánchez Arévalo, 2006)

Por un puñado de dólares (S. Leone, 1964)

Los Santos inocentes (M. Camus, 1984)

Magnolia (P. T. Anderson, 1999)

La vaquilla (L. Gª Berlanga, 1985)

Peppermint frappé (C. Saura, 1967)

La ciudad no es para mí (P. Lazaga, 1966)

Las verdes praderas (J. L. Garci, 1979)

La diligencia (John Ford, 1939)

Los tramposos (P. Lazaga, 1959)

El discurso del rey (T. Hooper, 2010)

Antes de que anochezca (J. Schnabel, 2000)

Always (S. Spielberg, 1989)

Nacido el 4 de julio (O. Stone, 1989)

La caza (C. Saura, 1966)

Los pájaros (A. Hitchcock, 1963)

Matar a un ruiseñor (R. Mulligan, 1962)

Algunos hombres buenos (R. Reiner, 1992)

Mi tío (J. Tati, 1958)

El abuelo (J. L. Garci, 1998)

El padrino (F. Ford Coppola, 1972)

El padrino 2 (F. Ford Coppola, 1974)

Cinco lobitos (A. Ruiz de Azúa, 2022)

La ballena (D. Aronofsky, 2022)

Nunca digas nunca jamás (I. Kershner, 1983)

Rebelde sin causa (N. Ray, 1955)

Las bicicletas son para el verano (J. Chávarri, 1984)

Parásitos (B. Joon-ho, 2019)

Todos a la cárcel (L. Gª Berlanga, 1993)

El crack (J. L. Garci, 1981)

El número uno (T. Gries, 1969)

Una mente maravillosa (R. Howard, 2001)

El mayor espectáculo del mundo (C. B. DeMille, 1952)

Como Dios (T. Shadyac, 2003)

Adiós, muchachos (L. Malle, 1987)

Adiós con el corazón (J. L. Gª Sánchez, 2000)