Ilustración de Javier Granados (Instagram @javiergranadoscenteno)
María, la hermana mayor de Angelito, tenía un noviete que a su vez era unos años mayor que ella. El muchacho lucía varios tatuajes en los brazos y conducía una ruidosa motocicleta por el barrio. Al padre de Angelito no le hacía ni pizca de gracia que su hija se juntase con aquel “macarra”, como él le llamaba.
Angelito solía espiar a la pareja cuando se encontraban a escondidas en el parque. Y escuchaba cosas.
—El novio de María duerme mal por las noches —dijo un día Angelito a sus padres—. O a lo mejor madruga mucho.
—¿Por qué lo sabes? —preguntó su madre.
—Porque siempre le está diciendo que quiere acostarse con ella. Tiene que estar muerto de sueño.
—¡La madre que lo parió! —bramó su padre arrugando el periódico que estaba leyendo—. ¡Como ese macarra le ponga una mano encima, me lo cargo!
Angelito no entendía por qué a su padre le enfadaba tanto que María se acostase con su novio. Sus padres también dormían juntos y no parecía que fuese algo tan malo. Pero como a él tampoco le gustaba el “macarra” porque le había visto en el parque besándose con otras chicas, ideó una de las suyas…
Una semana más tarde, el novio de la hermana de Angelito encontró dentro del casco de su moto un sobre cerrado. En su interior había una carta manuscrita que decía lo siguiente:
Hola, Gordi. Llevo unos días pensándolo y ya me he decidido. Quiero acostarme contigo.
Este domingo, mis padres y mi hermano van a pasar el día en la piscina, así que estaré sola en casa. Ven después de comer.
Dejaré la puerta de casa abierta y te esperaré dentro de mi cama con la luz apagada. Mi habitación es la última del pasillo. Te quiero, Gordi.
María.
El muchacho se puso nervioso. Al principio creyó que se trataba de una broma de sus amigos, pero nadie más que él sabía que su novia le llamaba Gordi cuando se veían a solas en el parque. Además, era su letra y el papel olía a su perfume. Sí, con toda seguridad la carta era de ella. Por fin iban a acostarse juntos y podría contárselo después a sus colegas.
Y llegó el domingo. A las cuatro menos cinco de la tarde, el muchacho cruzó el portal (que siempre estaba abierto), subió los dos pisos de escaleras y encontró la puerta de la casa entornada, tal como ella le había indicado en la carta. Caminó sigilosamente hasta la última puerta del pasillo y se quitó toda la ropa, incluido el calzoncillo. Debido al deseo y a la expectación de lo que iba a acontecer, su pene presentaba una erección considerable.
El joven entró en el dormitorio, que estaba en penumbra, levantó la sábana por un lateral y se metió en la cama. Y allí, dentro de la cama… dentro de la cama estaba el padre de Angelito echándose la siesta.
—¡Pero qué cojones haces tú aquí! —rugió el hombre al notar que el muchacho le abrazaba desnudo— ¡Sal ahora mismo de mi cama o te arranco la cabeza, mamarracho!
El joven gritó y salió corriendo como alma que lleva el diablo, sin detenerse siquiera a recoger la ropa. El padre, ataviado con calzoncillo y camiseta de tirantes, le persiguió furibundo hasta las escaleras del portal.
—¡Como se te ocurra acercarte a mi hija te corto las pelotas, maldito degenerado! —chilló.
El padre entró en casa de nuevo, aún rojo por la ira, y se quedó mirando a Angelito, que había presenciado toda la escena en el pasillo con cara de no haber roto un plato en su vida.
—¿Qué cojones hacía este anormal metiéndose en mi cama? ¿Tú sabes algo de esto? —le preguntó al niño.
Angelito encogió los hombros y negó con la cabeza.
—Qué vas a saber tú, si eres un crío… —dijo el padre para sí mismo—. Ya hablaré con tu hermana.
Pero Angelito sabía. ¡Vaya si sabía! Además de haber escrito la carta imitando la caligrafía de su hermana e impregnándola con su colonia, Angelito sabía muy bien que aquel domingo su madre y sus hermanas estarían todo el día de compras en la capital. Y sabía que su padre se echaría una buena siesta en la cama después de comer, como todos los domingos.
Al día siguiente, el joven motorista cortó su relación con la hermana de Angelito sin darle explicación alguna.
El padre de Angelito nunca entendió lo que había ocurrido aquella tarde, pero como su hija había dejado de verse con el “macarra”, prefirió dejarlo estar y no hacer más preguntas.
Y su madre… su madre no necesitó preguntar nada, porque las madres siempre lo saben todo. ¿O no?
FIN
Para leer más episodios de “Angelito, el niño demonio”, pincha AQUÍ.
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https://www.safecreative.org/work/2005274170808-aod_el_novio_de_la_hermana
Hola capitán, me ha encantado la historia, por favor sigue haciendo cosas así
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Muchas gracias, me alegra que te divierta 🙂
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Hola Capitán. Estás bien? Extraño tus relatos. Un abrazo constrictor desde Argentina Déborah L. Florido
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Estimada Deborah, ¡estoy estupendamente!
Ahora publico relatos con menos asiduidad porque estoy preparando otras cosas que pronto verán la luz. Ya os contaré 🙂
Muchas gracias por tu interés. Saludos!
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Gracias por la sonrisita. Me gusta. Salud y saludos.
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Gracias a ti, Iñaki 🙂
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Bueno, esta vez según quién mire… no ha sido tan malo, je, je. Muy bueno, Capi.
¡Un abrazo!
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Es un cachito de pan 😀😀
Muchas gracias, Luna. Un abrazo
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Angelito es un bicho empiezo a pensar que se le da bien lo que hace. Creo que si le rapas la cabeza te puedes encontrar el 666.
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Jejeje, por lo menos.,.,!!!
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JOJOJOJOJO es genial este niño 🤣🤣🤣🤣🤣
Me he leído los.cuatro episodios, son cojonudos
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Muchas gracias, Miguel. Me alegra que te haya divertido 🙂
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Muy buena historia…..Pero este niño de Angelito no tiene nada…..realmente genial,no pare de reir😃😂😃😃😂
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Como mucho el nombre 😀
Muchas gracias!
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Menudo susto se llevó el macarra 🤣🤣🤣🤣🤣
A ese se le quitaron las ganas de tonterías jajajajaja
Grande Carallo, como siempre
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Muchas gracias, Roberto 🙂
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Me he reído mucho, gracias Capitán
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Gracias a ti, Belén 🙂
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¿Eso va en los genes? Porque a este niño habría que castrarlo, ¡por el bien de la humanidad! Otra historia genial, Capitán, como todas las tuyas😉
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Buena pregunta… ¿el cabrón nace o se hace?
Gracias, Irene 😀
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Algo parecido le pasó a un amigo mío 😂, aunque el suegro no le pilló por los pelos
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A un amigo…? 🤔
Gracias Ramón !
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Jajajaja 😂😂😂😂
Muy bueno Capi
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Muchas gracias, Raúl 🙂
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El padre de Angelito le iba a calzar una hostia al macarra, y al final es el macarra el que casi se calza al padre de Angelito.
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Buen resumen, Lalo 👏🏻👏🏻😀
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Contra, el pobre macarra se quedó sin hacer lo más importante… contárselos a los colegas!
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Jajajaja, eso es verdad…
Gracias por pasarte, Pepa 😊
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🤣🤣🤣🤣🛌🗣
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🙌🏻
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Ya echaba de menos a Angelito. Me encantan sus ocurrencias 😂👏🏻👏🏻
Gracias por tus historias Capitan Carallo.
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Gracias a ti, Mercedes 🙂
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La escena del padre furibundo en calzoncillos a la hora de la siesta me resulta familiar…..🤔😄
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A mí también me recuerda a alguien 🤔🤔
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Que perro está hecho el Angelito 😅😅 no puedo parar de reirme, no tiene una idea buena 🤔 o si, u con cara de no haber roto un plato.
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Es un santo varón 😀
Gracias, Alberto!!
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Vaya un niño cabrón
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Jajajaja 🤷🏻♂️
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Jajaja, menudo despertar de siesta tuvo el padre 😂😂😂
Muy bueno, Capitán, como siempre.
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Muchas gracias, Fernando 🙂
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Ay qué bueno Capitán. He llorado de la risa al imaginarme la escena de la cama 🤣
Menudo angelito de niño…
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Bienvenido otra vez Angelito,como bullen las ideas en esa cabcita!!!
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Muchas gracias!
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Muchas gracias, Alicia. Me alegra que te haya divertido 🙂
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