
Margarita Jabugo fue llevada ante los tribunales acusada de robar un jamón. En su defensa, alegó que sí, que lo había robado, pero que le había salido salado y un poco duro.
El juez tuvo serias dudas, pero al final la declaró culpable y la condenó a devolver la pata de jamón a su dueño (al charcutero, no al cerdo).
Antes de abandonar la sala, Margarita le enseñó a su señoría por dónde se iba a meter la sentencia (foto).
FiN.
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